La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) analiza la forma de detectar a los pacientes que ya han sufrido una fractura por fragilidad para indicarles un tratamiento adecuado e individualizado
La detección de pacientes que hayan sufrido una fractura por fragilidad debida a osteoporosis podría evitar unas 1.249 nuevas fracturas y ahorrar unos 18,4 millones cada año. Son cifras facilitadas por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que prevé un incremento considerable en los próximos años del número de fracturas por fragilidad, en muchos casos debidas a la osteoporosis como consecuencia del envejecimiento de la población. Esta sociedad científica señala que una lesión por fragilidad ósea incrementa hasta un 290 por ciento el riesgo de sufrir nuevas fracturas. Una gestión sanitaria preventiva podría ahorrar al sistema unos 5.500 millones de gasto en 2030.
Carlos Bastida, responsable de Aparato Locomotor de la SEMG, asegura que “existe una evidente crisis” en el manejo de estas fracturas, a pesar de su coste socioeconómico y mortalidad. “La osteoporosis pasa ‘fractura’, ya que los huesos son más frágiles, menos resistentes y se rompen en una caída desde la propia altura, algo que en un hueso sano no ocurriría”, añade.
El envejecimiento de la población incrementará en los próximos años de forma considerable el número de fracturas por fragilidad, avanza la SEMG. “Si conseguimos que en España se priorice la detección y valoración de los pacientes que hayan sufrido una fractura por fragilidad a consecuencia de la osteoporosis, lograríamos disminuir las fracturas cada año”, indica el portavoz de la SEMG.
Las fracturas por fragilidad afectan a la calidad de vida del paciente, tanto en el ámbito físico como en el emocional, ya que modifica sus actividades diarias, restringe su vida social y aumenta el riesgo de mortalidad. “Es fundamental detectar al menos a esos pacientes que han sufrido una fractura por fragilidad para indicarles un tratamiento adecuado e individualizado, buscando precisamente disminuir ese riesgo de sufrir nuevas fracturas”, dice el Dr. Bastida